¿Navidad segura?

¿Será quizás, nuestra responsabilidad, la de alguien en particular o la de todos? Miremos y analicemos un aspecto cotidiano en estas fechas, pero que, al parecer, no le hemos dado la atención mínima.

Ayer martes 30 de noviembre, además de ser el último día del mes, nos compartieron un video en un centro comercial de importancia, donde se apreciaba como un árbol gigante de navidad se quemaba. Mirar la acción del personal por mitigar un incendio eléctrico con agua fue preocupante, sin embargo, leer los comentarios de las personas que miraban sorprendidos la escena, sorprendió más, debido a que convirtieron un evento sensible en un tema de carácter jocoso.

Frases como: “Mandaron a prender el árbol y le prendieron fuego”; “Adelantan calorcito con la quema”; “Navidad caliente”; “árbol prendido”; entre otras más, denotan que toda noticia es “un chiste”, en un post de amigos, escribía:

Estimados amigos,

Entiendo las múltiples razones para «reírnos» de todo y por todo, pero sugiero podamos tomar cuidado de la posibilidad de replicar este evento, indeseado, en nuestras casas o en la de nuestros seres queridos.

La seguridad inicia en nosotros mismos.

Imagínense, el centro comercial no ha contratado a cualquiera para la instalación eléctrica, se supone que tomó las medidas mínimas de seguridad, Defensa Civil aprobó esta y otras obras en el interior, por alta afluencia de público, y a quien menos le conviene eventos como este es al Centro Comercial, ahora, ¿a cualquier persona, le interesará contratar lo mejor para su casa? Pues no, lo hacemos nosotros mismos, con lo que hay.

Ese riesgo es el que no vemos y causa más del 30% de los incendios en Lima en diciembre.

Quizás no sea el lugar para decirlo, pero son mis amigos, y no me gustaría ir como perito a verificar la causa de incendio en la casa de uno de ustedes.

Abrazos.

El morbo que se percibe por este tipo de sucesos, de la mayoría de las personas, es de destacar, pero será motivo de otro artículo, centrados en lo que a seguridad eléctrica se refiere, pocos tienen claro el tema, ignorando que a cualquiera de nosotros nos puede pasar en casa, este riesgo aumenta con la compra de arreglos de luces de bajo costo, de instalaciones eléctricas con material de mala calidad, compradas en lugares que ofrecen poca seguridad y por último instalados por personal no calificado, que por lo general somos nosotros mismos los que instalamos, sin criterios básicos de seguridad.

Evitemos escenas lamentables y sobre todo preocupémonos por la seguridad de los que más amamos.

Written by Ing. Jorge Noé

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